Las aventuras al aire libre son el corazón del estilo de vida de Playa & Nieve, pero disfrutar del sol, la sal y la nieve implica cuidar tu piel y tu cabello antes y después de cada jornada. Una buena preparación protege de los daños inmediatos, y una rutina de recuperación ayuda a mantener la hidratación y la salud a largo plazo. Preparación antes de salir Protege tu piel con un SPF adecuado. Aplica un protector solar de amplio espectro (SPF 30 o superior) en todas las zonas expuestas, incluidas orejas, nuca y dorso de las manos. Reaplica cada dos horas si vas a estar al aire libre durante mucho tiempo. Cuida tu pelo antes del contacto con el agua y el sol. Mójalo con agua dulce para reducir la absorción de sal o cloro. Luego, aplica unas gotas de aceite natural o un sérum protector para sellar la fibra capilar y evitar la pérdida de humedad. Protege tus labios y ojos. Usa un bálsamo labial con SPF 50+ y anteojos que bloqueen el 100 % de los rayos UVA/UVB. Completa con un sombrero o gorro y ropa ligera de manga larga para minimizar la exposición directa. Mantente hidratado. Lleva contigo agua y bebidas con electrolitos para evitar la deshidratación, especialmente si practicas actividades físicas o te encuentras en altitud. Productos recomendados Loción de Protección Solar Hidratante SPF 50: protege y nutre la piel gracias a ingredientes hidratantes. Sun Bum 3 en 1 Leave In: puedes aplicarlo antes de entrar al mar o a la piscina para proteger y desenredar el cabello. Aceite Revitalizing Protect & Repair: sella la cutícula y añade brillo, perfecto antes de exponerte al sol o al viento. Cuidados después de la exposición El cuidado post‑solar es tan importante como la protección previa. La radiación UV puede causar deshidratación, inflamación y acelerar el envejecimiento cutáneo. Sigue estos pasos para ayudar a tu piel y cabello a recuperarse: Enfría y limpia tu piel. Toma una ducha tibia o fresca para eliminar restos de sal, cloro o arena. Evita el agua caliente, que puede empeorar la deshidratación. Hidrata inmediatamente. Aplica una crema o gel con ingredientes calmantes como aloe vera, glicerina o ácido hialurónico. Estos componentes restauran la humedad perdida y reducen la inflamación. Evita productos con alcohol o fragancias fuertes que puedan irritar. Trata el cabello con suavidad. Enjuágalo con agua dulce y lava con un champú suave. Después, utiliza un acondicionador hidratante o una mascarilla para reparar el daño. Los productos clarificantes son útiles si has estado en una piscina con cloro. Usa leave‑in y aceites reparadores. Un acondicionador sin enjuague ayuda a desenredar y proteger el cabello tras la exposición al sol. El aceite Revitalizing Protect & Repair aporta brillo y sella las puntas abiertas. Continúa hidratando. Sigue bebiendo agua para reponer líquidos y ayuda a tu piel a recuperarse desde el interior. Si tu piel empieza a pelarse, mantén la zona humectada para favorecer la curación. Productos recomendados Sun Bum Cool Down Lotion: una loción post‑solar con aloe vera y vitamina E que hidrata y calma la piel tras la exposición al sol. Sun Bum 3 en 1 Leave In y Aceite Revitalizing Protect & Repair: ideales para desenredar y nutrir el cabello después de lavarlo. Bálsamo labial Sun Bum SPF 50: reaplícalos después de la ducha para mantener tus labios protegidos y suaves. Con una rutina completa antes y después de salir al aire libre, tu piel y tu pelo se mantendrán sanos y radiantes, listos para tu próxima aventura entre la playa y la nieve.

Los labios tienen la piel más fina del cuerpo y apenas contienen melanina, el pigmento que nos protege de la radiación solar. Por eso son especialmente sensibles al sol, al viento y al frío. La exposición repetida sin protección puede causar sequedad, grietas e incluso lesiones como la queilitis actínica. Claves para una boca sana Elige bálsamos con SPF 50+ y protección UVA/UVB. Al carecer de melanina, los labios necesitan un filtro solar potente. Busca productos etiquetados como “broad spectrum” y asegúrate de que protegen contra ambos tipos de radiación. Úsalos todo el año. El sol puede quemar los labios en verano, pero el viento frío y la nieve reflejan la radiación en invierno, por lo que la protección debe ser constante. Aplica y reaplica. Extiende el bálsamo generosamente y reaplica cada dos horas o después de comer, beber o nadar. Hidrata en profundidad. Por la noche, utiliza un tratamiento o mascarilla labial para reparar y retener la humedad. Los bálsamos labiales Sun Bum SPF 50 (disponibles en sabores como coco, sandía o plátano) protegen y suavizan con ingredientes como aloe y vitamina E. Su formato en barra es práctico para llevar en el bolsillo de la chaqueta de ski o en el bolso playero.

Los anteojos de sol no son solo un accesorio de moda; son una herramienta esencial para proteger tus ojos de la radiación ultravioleta. Exponerse sin protección puede aumentar el riesgo de cataratas, cáncer ocular y daños en la córnea. Para que tus anteojos sean un aliado real, ten en cuenta estas recomendaciones. Características que debes buscar Protección UV completa. Asegúrate de que los lentes bloqueen el 100 % de los rayos UVA y UVB. Busca la etiqueta UV400 o la especificación de protección tota. Material de la lente. Las lentes de policarbonato filtran la radiación UV de forma natural y son más resistentes a los impactos, ideales para deportes. Las lentes de vidrio o CR‑39 requieren un revestimiento especial para bloquear los rayos UV. Tamaño y forma del armazón. Monturas grandes o envolventes ofrecen mejor cobertura al evitar la entrada lateral de luz. Para actividades como el snowboard o el surf, considera gafas envolventes que se ajusten firmemente. Polarización y color. Los lentes polarizados reducen el deslumbramiento del agua o la nieve, pero no aumentan la protección UV. El color de la lente es un tema de preferencia: los colores oscuros no bloquean más radiación que los claros. Cómo elegir según tu estilo Para la playa: los modelos cat‑eye o cuadrados oversized de I‑SEA combinan con atuendos veraniegos y aportan estilo. Elige lentes polarizados para minimizar el reflejo del agua. Para la nieve o la montaña: apuesta por gafas envolventes o deportivas, que impiden que la luz entre por los laterales y resisten el viento.  Uso urbano: si buscas una opción versátil, las monturas redondas o aviador son clásicos que combinan con cualquier outfit. Al invertir en unas buenas gafas de sol, no solo cuidas tu visión; también añades un complemento de estilo que refleja tu vida entre la playa y la nieve.